Corolario 33
En debilidad de caballeros seguiré viviendo.
En debilidad de caballeros seguiré viviendo.
Habla de las coincidencias cuando ella misma es una de ellas.
atrapado en una broma del cielo
en un sinsentido peculiar
la simetría de lo verdadero, sano y sombrío
el ruido que se escapa, la broma que se acaba,
mi vida que se extiende, la sangre que se mata
como antes, la piel es una excusa
un abrigo que tocar
el motivo del crepúsculo y una aurora boreal
no te dejo ir, un momento vil,
el puño que trasciende, el alma que pretende
Todos los días defiendo mis instintos.
Tengo hambre de un final.
quiero que te alimentes de mi luz
de los cuentos que esto atrae
que esto se convierta en ayer
y el sueño hable después
la decisión vestirá
tu piel de miel honrada
el puño de tu pecho salta una y otra vez
pues en su sueño, rosa es.
Son las decisiones las que plantean lo miserable.
Quiero soñarte más nombres.
Se quedan con un poco de mí cada vez que me niegan un poco de ellos.
La gente a menudo me decepciona.
siento la quema de la piel
es la hora de las brujas
cuando ya no vale el papel
el rol inocuo de aquella insulsa
un dedo tapa una boca
y la pluma inunda de placer
al ver el gigantesco tintero
el exilio del fluido,
la pulpa de la piel
piensa qué ha de querer
la valiente decisión del hueso
de un caos escrito por dentro
nuestra voz se reúne con los años
y un brillo glacial sacude la esfera
unos pasos invaden esta tierra
el hijo del átomo otro día se manifiesta
avanzando a tropiezos y sudores
una pared de polvo del prójimo se alimenta
la barrera en garganta se torna violenta
y la violencia se apodera de la arena
tres granos de sílice comienzan
y la experiencia de los años amenazan
con colmar de sangre la impaciencia
No creo en la felicidad constante.
He aprendido con el "sí" en la boca.
lo que necesitamos
es un pequeño ardor
símbolo del coraje
de caer sin levantarse
la maravilla de mí
sobre un aviso
me condena a vivir
de maneras mil
lo que negamos
de nuestro credo
una vena en el cielo
¡mira dios, que te veo!
Lo maravilloso de las cosas complicadas es que son mas sencillas de lo que aparentan. Esto es lo que le da este sabor tan emocionante de incertidumbre a la vida.
Este día merece que todo mi cuerpo llore.
Dios es el mejor configurador de coincidencias.
la evolución se desprende de mí
siento el aturdido latir
mis huesos hablan entre ellos
organismos óseos, bellos, eternos
uno de esos -el más pequeño-
grita el eventual alarido
la piel a hormiguear comienza
el lumpen se abriga en la catedral
son estas capas que dejan de resistir
mi color en calor deviene
la espina se hincha, respira feliz
la sonrisa de una grieta, una espalda en expansión
-es una advertencia- el más pequeño afirma
tu rostro es la meta, inicio y final
el rojo silencio, ahora será nunca más
la revolución comienza ya.
Los besos que perdí por no voltear atrás.